La exfoliación corporal ofrece grandes beneficios para la piel. Al eliminar las células muertas, la exfoliación ayuda a renovar la piel, mejorar su textura y apariencia, y prevenir la aparición de problemas como el acné, las manchas o la celulitis.
En este artículo, desde Kaishu, tienda de productos de cosmética natural y orgánica en A Coruña, te contamos cómo elegir y utilizar adecuadamente los exfoliantes corporales.
¿Por qué es importante exfoliar la piel?
La piel se renueva constantemente, pero este proceso se ralentiza con el envejecimiento o por factores externos como la exposición al sol, el tabaco o la contaminación. Por ello, la exfoliación corporal se convierte en nuestro aliado perfecto para erradicar las células muertas y que impiden que las células nuevas se desarrollen correctamente.
Las ventajas de la exfoliación corporal son numerosas:
- Mejora la textura de la piel. Ayuda a suavizar la piel, reduciendo la rugosidad y la aspereza.
- Reduce la aparición de manchas y marcas. Al eliminar las células muertas, la exfoliación aclara las manchas y marcas de la piel.
- Previene la aparición de acné. La exfoliación favorece la eliminación de la grasa y las células muertas que obstruyen los poros, lo que ayuda a prevenir la aparición de acné.
- Combate la celulitis. La exfoliación también permite mejorar la circulación sanguínea y la elasticidad de la piel, combatiendo así la aparición de celulitis.
¿Cómo saber qué exfoliante corporal debo usar?
A la hora de escoger un exfoliante corporal, es importante tener en cuenta nuestro tipo de piel. Las pieles secas o sensibles necesitan exfoliantes suaves, con ingredientes naturales y sin fragancias fuertes, como los que vendemos en Kaishu. Por otro lado, las pieles grasas o mixtas pueden tolerar exfoliantes más intensos, con ingredientes como el ácido salicílico o el ácido glicólico.
Cómo debemos exfoliarnos
A continuación te ofrecemos esta pequeña guía para que aprendas, paso por paso, a utilizar correctamente un exfoliante corporal:
- Limpia la piel. Antes de exfoliarnos debemos tener la piel completamente limpia.
- Humedécela. Es importante que la piel esté húmeda para que el exfoliante se distribuya de manera uniforme.
- Aplica una pequeña cantidad de exfoliante. No es necesario utilizar mucho producto.
- Masajea suavemente la piel con movimientos circulares. Es importante hacerlo de manera suave, especialmente si tienes la piel sensible. Haz hincapié en las zonas más propensas a la acumulación de células muertas, como los codos, las rodillas y los pies.
- Enjuaga con agua tibia.
- Aplica una crema hidratante. La crema hidratante ayudará a reponer la humedad de la piel.
¡Dale a tu piel el cuidado que se merece!
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